Para Aracely Quispe no hay imposibles, pues nació y creció en el campo, sin luz en el caserío de Marripón, Motupe, al norte de Chiclayo, Lambayeque. Años más tarde no se imaginó formar parte de la exploración lunar de la NASA, ni mucho menos ser la ingeniera de sistemas de vuelos en el programa del telescopio James Webb.
En 1969 Neil Armstrong fue el primer hombre en pisar la Luna. En esos años una pequeña Aracely de 6 años miraba impactaba tal hazaña mundial que le dio un nuevo sentido a su vida. “Fue impactante ver que los humanos podíamos pasar esa frontera. Con el tiempo, supe que era algo que me interesaba demasiado y que debía empezar estudiando algo en ciencia”, indicó la ingeniera peruana.
La familia de Aracely Quispe usaba lámparas de kerosene para iluminarse y muchas veces la luna alumbraba su humilde casa en Lambayeque. “Fueron episodios muy bonitos para mí, los recuerdo con mucho cariño. Digo ‘guau, pasaste todo esto’. Fue divertido y fue único”, indicó Quispe.