Con cuchillos, con balas, con flechas… con sus propias manos. Aunque su frialdad para matar es espeluznante, millones de espectadores en todo el mundo consideran a Rambo un héroe capaz de enfrentarse a cientos de villanos de países exóticos y acabar con todos sangrientamente desde hace casi 40 años. Pero no analicemos solo lo cinematográfico: los enemigos a los que se ha enfrentado su país no son siempre extras en una película taquillera.
Si tomamos en cuenta el número de bajas en cada filme, está claro que si John James Rambo fuera una persona real podría ser considerado el más eficaz liquidador de hostiles de la historia… o uno de los peores asesinos en serie. Todo depende del Trump o del Ronald Reagan con que se le mire. Porque tanto en 1982 –cuando se estrenó la primera película- como ahora, un personaje como él se hace vigente, representativo y hasta curiosamente necesario para el negocio del cine, sí, pero también para el de la guerra. Es bien sabido que aunque algunos lo consideran un arquetipo de héroe americano, para otros no es más que un vil instrumento de propaganda imperialista. De hecho hoy, los productores de la saga que ha recaudado más de 700 millones de dólares con sus cuatro películas anteriores, están convencidos de que "Rambo: Last Blood" será la más taquillera de todas: esperan más de 25 millones de dólares solo el primer fin de semana.
-A su manera-"Con la bandera en su casaca y la pinta que tiene, va a tener problemas aquí, amigo"